martes, 2 de marzo de 2010

Soros el especulador

No sé si han leído las últimas declaraciones de George Soros, ese operador en los mercados que se hizo famoso porque sus posiciones contra el Banco de Inglaterra y la libra esterlina en 1992, supusieron la expulsión de ésta del sistema monetario europeo. También en aquella época se posicionó contra nuestra peseta que fue devaluada hasta tres veces en un 25%. George Soros es eso que los políticos llaman con desprecio un especulador. A mí me parece un tipo que entiende los mercados financieros como nadie y saca ventajas de los errores políticos, pero claro, cada vez que Soros hace dinero algún gobierno queda de estúpido y eso no le gusta nada al afectado.

Pues bien, las últimas declaraciones del señor Soros son interesantes porque vienen a corroborar algunas de las afirmaciones que he hecho en este blog, y ya que no soy tan rico como él, al menos me gusta creer que soy casi tan listo. Pero vamos a las declaraciones que tienen el valor de hacerlas alguien con un conocimiento de los mercados poco habitual y extraordinario. Soros ha afirmado que el euro tiene fallo porque hay “un banco central común, pero no hay un Tesoro común”, por lo que el euro, que está siendo sometido a una dura prueba (aquella a la que le somete él mismo entre otros) “quizá no sobreviva a la crisis de Grecia”. Imagínense cómo puede acabar el tema si se desata la crisis de la deuda de algún país de la zona euro un poco más grande que Grecia.

El señor Soros apunta a que el problema está en que los países con fuertes déficit fiscales no pueden, en la zona euro, devaluar su moneda, que en su momento desapareció estableciendo un tipo fijo con el euro, como modo de reequilibrar sus déficit. Esto ha supuesto, como ya les he indicado alguna que otra vez, un incentivo para los gobiernos de la zona euro más irresponsables en el control de su gasto público, pues han trasladado a los demás una parte importante de su irresponsabilidad.

Quien no parece que vaya a poder salvarse de las consecuencias de sus actos es el gobierno de su graciosa majestad, pues con un déficit público de tamaño greco-español no forma parte del euro. Pero esta noticia no es mala para nosotros. Probablemente acelere la compra de inmuebles en la costa española por parte de los británicos antes de que sus libras se derritan como los helados al sol.

Y admítanme un consejo: desconfíen siempre del Gobierno.

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