miércoles, 1 de agosto de 2012

Cuando estábamos cerca de la tierra prometida

Nuestra balanza por cuenta corriente mejora se mire como se mire: mayo de 2012 frente a mayo de 2011, acumulado hasta mayo de 2012 frente acumulado hasta mayo de 2011. Dicho de otro modo: nuestras necesidades de hacer frente a pagos en el exterior se han reducido en un 27,4% si hacemos uso de datos acumulados y en un 78% si sólo lo hacemos de los de mayo, respecto de iguales periodos de 2011. Básicamente vendemos más turismo y compramos menos bienes y servicios.

Una evolución así de los datos debiera ser una razonable buena noticia: al fin y al cabo lo que nos estaría diciendo es que endeudándonos cada vez menos, o vendiendo cada vez menos activos, nos vamos acercando cada vez más a la autosuficiencia financiera. Bastaría reducir nuestros activos netos frente al exterior en poco más de 15 mil millones de euros, frente a casi 21 mil el año pasado, en los cinco primeros meses del ejercicio en ambos casos, para hacer frente a nuestros déficit por cuenta corriente y de capital, a nuestras obligaciones corrientes de pago.

Sin embargo, las alarmas nos saltan cuando vemos que se han reducido los activos netos frente al exterior en 177 mil millones de euros: más de 11 veces más de lo que necesitamos. Alrededor de 150 mil millones de euros de esa reducción de activos netos no corresponde a la necesidad de hacer frente a pagos, sino que es simplemente dinero que se ha marchado, de los que 115 mil millones de euros corresponde a inversores extranjeros que abandonan el país, retirándonos su confianza.

Pero es que nosotros también nos hemos retirado la confianza y hemos liquidado activos por valor de 48 mil millones de euros. En ambos caso, extranjeros y nosotros, la confianza nos la hemos retirado de manera muy acusada en el último mes de mayo, justo cuando los déficit por cuenta corriente y de capital casi del mes eran ya prácticamente nulos, como si nos hubiera faltado la fe ahora que ya casi se veía la tierra prometida.