viernes, 16 de octubre de 2009

Camino de servidumbre

Pues por fin ha llegado el viernes. Esta semana no pueden quejarse porque hemos alcanzado el fin de la misma un día antes, y eso se nota. Pues bien, dado que tienen ustedes dos días libres y, algunos, esta tarde también, les recomiendo que se acerquen a una librería y que adquieran un libro para iniciarse en el pensamiento económico riguroso: Camino de Servidumbre ,de Federico Hayek, que fue premio Nobel de Economía en 1974.

El libro es de 1944, pero está siempre de actualidad. De hecho se reedita constantemente, tal vez porque su autor se lo dedicó a los socialistas de todos los partidos, aunque éstos no parece que le hayan prestado mucha atención en los últimos 65 años. Sin embargo, no cabe duda de que este libro, que se lee rápido, es uno de los que más ha influido en el mundo, en las últimas décadas. A las malas lenguas les gusta recordar que este libro gustaba mucho a Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Ya saben, esa peligrosa pareja que acabó con aquello del comunismo, que también se denominaba el socialismo real -porque en el totalitarismo es en lo que acaba siempre el socialismo-, aunque aquí estemos en los socialismos de Yuppie.

El libro es cortés pero duro, muy duro, con la tendencia a la intervención de los estados -el camino de servidumbre- y rezuma amor por los fundamentos clásicos de la civilización cristiana u occidental, que son lo mismo, la libertad y la responsabilidad individual. El libro, no lo olviden, se escribe en 1944, y concluye hablando de hacia dónde condujeron los políticos al mundo en los cuarenta años anteriores a su publicación: hacia lo que denominaban un nuevo orden. ¿Y cómo acabó ese nuevo orden? Pues creando dos sistemas totalitarios: el nacionalsocialismo alemán y el socialismo real ruso, que iniciaron como aliados la segunda guerra mundial y la acabaron enfrentados, porque sólo uno quería arrogarse la victoria sobre el mundo libre. Al final, los dos cayeron, pero no sean optimistas, porque los abogados del nuevo orden han vuelto. Recuerden por tanto. Este fin de semana, Camino de Servidumbre, de Federico Hayek. Estoy convencido de que él también suscribiría lo que siempre les digo:

Y admítanme un consejo: desconfíen siempre del Gobierno.

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