jueves, 24 de abril de 2014

Banca: resultados de 2013. El peligro continúa

Acaba de publicar Banco de España (BdE) el agregado de las cuentas de resultados de las entidades de depósito para el ejercicio 2013, en el que se observan importantes tendencias que vienen de largo y afectarán al negocio en los próximos años. Tal vez el más importante sea el estrechamiento del margen de intereses de las entidades de depósito, que, en el cuarto trimestre del 2013, se sitúa en mínimos históricos, habiendo descendido un 24 por ciento desde el año 2008. Dicho estrechamiento se debe, por el lado de los ingresos, en gran parte, a la disminución de los intereses cobrados y por el de los gastos, por la existencia de menos operaciones contratadas o menor volumen de operaciones, ya que la banca sigue teniendo restringido el acceso al crédito a las familias y empresas.

Este decremento del lado de los ingresos no se ha podido ver compensado por una disminución igual de los costes financieros, o intereses pagados, que alcanzaron antes tipos cercanos al 0 por ciento. De seguir así las tasas de intereses una temporada, como parece, y si se van eliminando las cláusulas suelo (cláusulas que las entidades utilizaron para asegurarse unos ingresos mínimos) de las operaciones antiguas, que en su caso, tuvieran establecidos las entidades en algunos de sus préstamos concedidos, dicho margen seguirá cayendo. Su compensación será parcialmente compensada con el incremento de los diferenciales que se establezcan en las nuevas operaciones de activo.

El margen bruto agregado también ha disminuido de forma considerable, ya que los rendimientos en conceptos de comisiones, los derivados de los dividendos por las sociedades en las que ostentan participaciones y los resultados derivados de las operaciones financieras de las mismas (por venta o variaciones del valor de activos financieros ya sean renta variable o renta fija, que existen en las carteras de los bancos) han disminuido en términos netos. En concreto desde 2008 el margen bruto ha disminuido en un 16 por ciento.

El resultado de actividad de explotación es pobre, habiendo llegado en el tercer trimestre del 2013 a registrar incluso pérdidas (18 millones de euros). Si bien en los dos primeros trimestres del año, el sector bancario arrojó un resultado de explotación positivo (1.336 y 3.058 millones de euros en el primer y segundo trimestre de 2013 respectivamente), tras casi un año entero con pérdidas, en el tercer trimestre de 2013 la banca volvió a entrar en pérdidas de explotación, aunque mucho menores a las registradas para el tercer trimestre en el año anterior (un 99,7 por ciento). Las cosas mejoraron finalmente en el último trimestre de 2013, al registrar un exiguo resultado positivo de 384 millones de euros.

En definitiva, en el periodo que se viene analizando (2008-2013), el resultado de la actividad de explotación ha caído en un 74 por ciento, si bien es un resultado mucho mejor en 2013 al presentado en el agregado del año inmediatamente anterior, (4.760 millones de euros frente a -56.413 millones de euros).

Esto pone de manifiesto, de forma clara, que el reducido margen de intereses que tienen las entidades las hace más vulnerables a la morosidad, si bien parece que el saneamiento de los balances de las entidades de crédito es ya un hecho, y además, y como consecuencia de la reciente aprobación de las nuevas medidas adoptadas en materia de refinanciación y reestructuración de deuda incluidas en el Real Decreto-ley 4/2014, de 7 de marzo, que modifica la Ley Concursal, determinados créditos clasificados como morosos podrán pasar a situación de normales, con la consiguiente bajada del deterioro de la cartera crediticia de las mismas.

Si bien ahora los balances de las entidades parecen ser fieles a la realidad, la banca no termina de solucionar sus problemas: las entidades, para soportar sus gastos de explotación, que no han podido reducir tanto como sus ingresos, y cualquier nuevo embate, que nunca hay que descartar, de la morosidad.

El incremento del margen de verá lastrado e los próximos años por la necesidad de más recursos propios que impone la nueva regulación de solvencia hasta 2018 y que impide un crecimiento del tamaño (crédito), por lo que las entidades intentarán dicho incremento, lo están haciendo ya, vía precios (aumento de los diferenciales cobrados).

(Artículo coescrito con Lorena Gómez).

No hay comentarios:

Publicar un comentario